lunes, 12 de septiembre de 2011

"You and Me...We used to be together" Renji x Byakuya by Blacky Francis D' Lioncourt


Todos los derechos y personajes de Bleach pertenecen a Tite Kubo-sensei, yo solo utilizo a mis personajes favoritos, para que cumplan mis mas locas fantasías xD


"...estabamos siempre juntos...siempre tan felices... hasta ese día que me dijiste adiós...
Dime ¿que te pasa? ¿por qué eres asi conmigo?...¿es que ya no me amas? o ...es que ...¿jamas me amaste?"


Un fic donde Byakuya no es el típico noble frío e insensible que todos creen... en este fic muestra como a pesar de mostrarse tan gelido e imperturbable, es una persona que ama y sufre como cualquiera....

Pareja
Renji Abarai x Byakuya Kuchiki

 




Me despierto como todos los días. Las molestas luces del sol atraviesan las ventanas, cruzando las cortinas, e iluminan mi habitación hasta llegar a mi cama. Esa cama tan extremadamente grande…tan inmensamente solitaria y vacía
 Me remuevo entre las sabanas negándome rotundamente a levantarme. No deseo ir a trabajar hoy… no soporto verte ahí… tan cerca y a la vez tan lejos.
 Desde la muerte de mi esposa he dormido solo… Sin embargo, la verdadera soledad apareció el día que me dijiste Adiós… 
Ya hace varios meses de aquel día…era primavera, lo recuerdo. Los cerezos comenzaban a florecer. Esas hermosas sakuras que el actual invierno ha marchitado completamente…
Infinitas lágrimas surcaron mi rostro… y aún hoy lo hacen… lágrimas de las que solo esta cama y estas sabanas fueron y serán testigos… 
Estrujo la almohada entre mis brazos. Hundo mi rostro en ella. No quiero volver a llorar por ti…
No quiero pero aun así…
Luego de un rato me incorporo. Levanto mi yukata que se desliza por uno de mis hombros, dejando ver mi piel.
..Mi piel… 
Aunque es demasiado blanca y llamativa para mi gusto, sonrió al pensar que para ti era perfecta…
Siempre te había gustado… 
“… es como un copo de nieve…”- me decías pasando tus fuertes dedos por mi cuerpo. Acariciándome. Haciéndome feliz con tu contacto – “…Blanca…Delicada…y…”
“¿Fría?…”- me apresuraba a decir yo como sabiendo la respuesta.
 Siempre me han considerado un hombre frío e insensible. Era normal que tú también lo pensaras…
¿lo hacías no es así?
 Pero en ese instante en el que te creía lejos, me sorprendías besando todo mi cuerpo mientras sonreías.  Mostrándome esa sonrisa que me derrite el corazón.
 Pasábamos muchas horas amándonos a escondidas, solo nuestros gemidos rompían el completo silencio de tu habitación…
  Y entonces, casi cuando ya lo había olvidado, me respondías:…
“Blanca, delicada y… única”- vociferabas mientras acariciabas mis largos cabellos negros. Yo descansaba sobre tu pecho. Escuchaba tu corazón. Siempre me quedaba dormido entre tus brazos… 

Golpean a mi puerta y me sacan de esos dolorosos recuerdos. Levanto la vista y torpemente seco mis lágrimas. 
-Adelante…- digo con voz firme y serena. 
Mi sirviente más leal abre la puerta e ingresa respetuosamente a la habitación. Al instante nota mis enrojecidos e hinchados ojos, y aunque yo trate de esconderlos, los ha visto.  Hace caso omiso y continúa con su labor. Corre las cortinas y me ofrece el desayuno que carga en una bandeja de plata, la cual deposita sobre mi mesita de noche. Observo los deliciosos majares que me ha traído: té, tostadas, mantequilla, jugo y fruta fresca. Pero luego de un momento, los rechazo con un leve ademan. Ninguno de ellos me satisface. Ninguno de ellos se compara al sabor de tus labios.
Mi mayordomo es un hombre viejo y paciente. Ha cuidado de mí desde que era solo un niño. El me ha visto llorar muchas veces…por eso creo que el sabe que lloro por ti…aunque no lo diga, yo se que el lo sabe.
Me ayuda a levantarme, finalmente. Frente al gran espejo de mi tocador comienza a desvestirme. Aunque lo hace de una manera delicada y afectuosa, no se siente tan bien como cuando tú lo hacías…
La fina yukata abandona mi cuerpo, dejándolo completamente desnudo e indefenso mientras se refleja en el espejo. Mi cabello negro suelto cae sobre mi rostro. Lo aparto de mis ojos, deseo ver con detenimiento…
Busco… busco… pero es obvio, ya no están allí. Las marcas de tus besos ya no existen… me han abandonado hace bastante...
 Se fueron contigo aquella vez…
 ¿Cuántos meses pasaron ya? ¿Tres? ¿Cuatro? Realmente no lo se…y hasta quisiera olvidarlo… 
Suspiro resignado y comienzo a vestirme. Cubro mi desnudes con mi oscuro uniforme. Casi tan oscuro como esta ahora mi corazón…
“¿Quién dijo que el tiempo cura las heridas?” –pienso mientras ato el obi a mi cintura. 
Era obvio que quien lo dijo se equivocó. Pues en mi caso, el tiempo solo acrecienta mi dolor…
“…Un tiempo…” – eso fue lo que me pediste…que irónico ¿no lo crees? 
Termino y me siento frente al tocador. Mi sirviente comienza a colocar en mi cabeza los blancos adornos familiares que siempre utilizo. No puedo evitar recordar cuanto los odiabas, el recelo con que siempre los mirabas.
 ¿Acaso fueron nuestras diferencias las que te alejaron de mí?
Me coloco mis guantes blancos. Los pequeños diamantes en ellos, resplandecen por la claridad del sol e iluminan mi rostro con su color rosado.
 Por ultimo mi querida bufanda… esa que te regale luego de nuestra primera batalla y que tiempo después me devolviste todo ruborizado... ¿lo recuerdas?
Te veías tan adorable.  Tus mejillas tenían casi el color de tu cabello…Ese cabello carmesí que siempre llevas atado y que solo soltabas para mi…¿ es que lo olvidaste?
 Yo nunca podré olvidarlo, ya que esa mañana de otoño fue la primera vez que me dijiste Te quiero…
Me miro una última vez en el gran espejo decorado con un marco de madera, concentrándome para esconder mis sentimientos bajo una fachada que como una fría capa de hielo cubrirá mi rostro. 
Me levanto y me dirijo hacia la puerta. Ni siquiera me despido, no estoy de humor para formalidades. La voz del viejo me detiene. 
-debe olvidarlo ya…- me dice con un tono dulce y preocupado- …debe seguir con su vida como seguramente él… lo ha hecho…
Un fuerte dolor aparece en mi pecho, una punzada que me estruja por dentro. Me giro furioso. Quería insultarlo, incluso golpearlo por decir esa mentira.
Esa vil mentira…. Porque tú… no puedes haberme olvidado ya… ¿no?
  Lo observo fijamente, el ni siquiera ha levantado la vista. Entrelaza sus dedos detrás de la espalda. Entonces, cuando pienso mandarle al demonio, me mira a los ojos por primera vez en años…y puedo verlo…puedo leerlo en sus orbes celestes…
El …ese viejo… solo se preocupa por mi…
Trago mi ira y le vuelvo la espalda. 
-se lo que hago- le respondo cortante- ya no necesito que cuiden de mi y lo sabes ¿verdad?
- si..- responde suspirando - solo es que…
-¡es que nada!- exclamo en tono brusco, mas brusco de lo que deseaba. – yo se…- y tomo aire-yo se lo que hago…
No le dejo responder y salgo de la habitación; y un poco después de la mansión. Camino sin mirar a nadie, sin detenerme por nadie. Se que tengo el ceño fruncido, lo siento. Pero es útil, ya que nadie se acercará a mí mientras lo mantenga…aunque creo que eso no me costara mucho hacerlo…
Casi llego al escuadrón. Solo doblo este ultimo callejón estaré allí… por fin podré verte… y entonces tú y yo…
Doblo en la esquina y me quedo petrificado. No doy fe de lo que mis ojos me muestran.
Te veo…
Eres tú…
 Pero…
 No estas solo…
 Hay alguien más contigo.
 Una persona que reconozco entre miles…
 Le rodeas con tus brazos, con esos que me abrazaban a mí. Te acercas a su rostro y le hablas al oído.
No puedo dejar de verte… no logro dejar de verlos…juntos…ustedes dos…juntos…
Una lágrima recorre mi rostro. Mis ojos solo te observan cuando le besas en la mejilla y le sonríes…
 Una punzada me desgarra el pecho… este dolor que llega hasta mi alma haciéndola añicos…
No puedo… ya no puedo…
Entonces levantas la cara y me ves, allí parado en medio del camino con las mejillas empapadas por las lágrimas. Te sorprendes, abres tus ojos pardos que tanto me gustan, y me miras fijamente. Poco a poco rompes aquel abrazo. Tu compañía se percata de tu mirada fija a sus espaldas. Te pregunta que es lo que ves y tu le respondes que nada… 
Nada...eso es lo que siempre he sido para ti…- 
Esa persona sigue sin creerte y se gira en mi dirección. No intento esconder mi llanto…ni siquiera puedo moverme…solo te miro…te miro… pero tu ahora me esquivas.
-¿Nii-sama?- dice tu acompañante. Esa pequeña morena que conozco tan bien. –¡Nii-sama!- grita nuevamente como invitándome a acercarme a ustedes. No se percato de mis lágrimas aun. Me siento aliviado por eso.
Sonrió tristemente. Disimulando mientras apretó los puños hasta que mis nudillos se ponen blancos. Ignoro los gritos de la joven y sigo mi camino. Veo de reojo que ella intenta seguirme y tú le detienes. 
“Debía saberlo”, me repito en mi cabeza.
Camino apresuradamente por el escuadrón. Escondo mi rostro tras mi cabello. 
“Era obvio que no me amabas…era obvio.” 
¡Siempre lo supe! 
Desde aquel día en que te conocí. Cuando entraste en la habitación donde hablaba con quien luego sería mi hermana… esa persona que hoy… esa niña que hoy tú…
Solo me utilizaste para llegar a ella ¿no?
Era tan obvio…era tan evidente que cuando nos interrumpiste solo la mirabas a ella...
 A ella… a mi hermana… mi pequeña y adorable hermana. 
Tú la mirabas a ella y yo… yo solo te miraba a ti. 
Fue mi culpa…
Me había sentido tan feliz cuando dijiste que yo te gustaba…tanto que yo creí que…
Soy tan estúpido.
Corro los últimos pasos a mi oficina. Ya no aguantare mucho más para estallar en llanto o en furia. Tomo el picaporte, abro e ingreso sin mirar.  Cierro la puerta detrás de mí. Apoyo mi espalda contra ella y continúo mirando el suelo a mis pies.  Las lágrimas fluyen nuevamente. Mi respiración esta agitada. Me llevo una mano a la cara, y una penetrante voz frente a mí me asusta.
-¿estas bien?- me dice preocupado. 
Levanto la vista. Y me encuentro con ese pelinaranja que dices que es tu amigo. Ese joven por el cual había tenido celos pensando que te interesaba. Él, esta ahora en mi oficina. 
 Que tonto fui, no era a el a quien amabas…
Esa persona que te gustaba estaba en realidad tan cerca de mi …tan cerca que no la vi… ¿o es no quise ver?…
El se acerca más, sigue preguntando que me pasa. 
Me limpio la cara. Los restos de agua salada quedan ahora en mis guantes. Mis ojos están rojos y brillosos. Hago un esfuerzo por hablar serio, firme…Frio como un copo de nieve
-estoy bien… – le respondo acercándome a mi escritorio y hurgando unos papeles. Evito mirarle de frente. Deseo despacharlo rápido. Quiero estar solo.
-salta a la vista que no lo estas..- me refuta acercándose a mi.
-¡dije estoy bien maldición!- le grito casi en la cara pues en este momento esta frente a mi. Una lagrima escapa de mis ojos. 
Siento como me toma el rostro con sus grandes manos… esas manos ásperas por empuñar su espada, muy parecidas a las tuyas. Me mira a los ojos . Quedo casi hipnotizado por el color miel de su mirada profunda y seductora que, irremediablemente, me recuerdan a la tuya.
No llego a reaccionar cuando sus labios toman los míos. Su lengua saborea mi boca, mi paladar. No me muevo. Estoy confundido. Ese beso…ese beso tan parecido al tuyo me desorienta. Trato de detenerle…pero, poco a poco, comienzo a perderme en sus labios. Estaba a punto de corresponder completamente cuando apareces en la puerta y gritas mi nombre. Por primera vez desde que nos conocemos, pronuncias mi nombre… 
-¡Byakuya! – Dices encolerizado acercándote a nosotros, que ya habíamos separado nuestros labios.- ¡Ichigo! ¡Aléjate de el si no quieres morir en este instante!- le dices a el. 
 El shinigami sustituto aun sostiene mi rostro entre sus fuertes manos cuando, lo tomas de las ropas y levantándolo casi en el aire, lo apartas de mí. 
No entiendo que sucede aun, solo observo como comienzas a golpearlo. Una y otra vez en el suelo. Pareces furioso. Pero… ¿Por qué haces esto si no soy yo a quien amas? ¿Por qué confundes aun mas mis sentimientos? 
Apreto los puños y obligo a mi voz, a mi autoritaria voz, a salir. Ahora soy yo quien dice tu nombre. 
-¡Abarai Renji!¡Detente ahora mismo!- te digo alzando cada vez mas mi riatsu, casi haciendo vibrar la habitación- ¡déjalo en paz! …O… o serás tu el que salga herido. 
Te detienes. Me miras. Lo miras a el, que con algo del sangre en el rostro solo te observa sin emitir sonido. Te levantas y lo sueltas sin una pizca de consideración. 
-¡Vete de aquí!- le dices con un tono asesino
El joven acata tu orden y sale de la habitación. No sin antes preguntarme en silencio, con sus ojos, si debía hacerlo. Asiento con la cabeza y lo veo salir cerrando la puerta tras de si.  El silencio gobierna ahora mi oficina. Solo la respiración agitada de los dos se escucha de fondo. Me diriges una mirada de reproche y luego, finalmente, comienzas a hablar:
-¿así que ya me has olvidado? – me dices de la nada. Como si hubiera sido yo el que siempre te había engañado.
-¿Como demonios te atreves a decir eso, si fuiste tu quien me dejo?.- te respondo con el tono mas frío que encuentro en ese momento.- tu…tu ¡no tienes ningún derecho!
Te acercas a mí, con esa mirada penetrante, llena de furia. Esquivo tus ojos. Intento alejarme de ti cuando tomas mi muñeca con rudeza y me llevas hacia ti.
-¿que es lo que pretendes?- te pregunto aun forcejeando. Tu solo me miras. 
¿Por qué no me dejas en paz? ¿ no ves que esto me lastima?
Entonces, cuando menos lo espero, me besas. Pasas tu brazo por mi cintura, encerrándome. Apartas mis manos que intentan golpearte sin éxito. Obligas a mi cuerpo a no defenderse. Tú simplemente me besas. Tus labios…tus deliciosos labios devoran los míos salvajemente. Tu lengua domina la mía. Recorres toda mi boca quitándome el aliento. Me estremezco en tus brazos. Tiemblo de placer y de furia… ambas sensaciones que solo tú me provocas a la vez.
Te separas, dejándome finalmente respirar. Besas mi cuello, lo mordisqueas un poco. Yo ya no me niego… nunca he podido negarme a ti… entonces me susurras al oído:
-¿ves?...ese niño no puede hacerte sentir así ¿Quién mas que yo puede hacerte gemir como una hembra en celo?- me dices tan despectivamente. Tan malicioso. Tanto que haces que el anterior acto de afecto me parezca repugnante. 
Me alejo de ti y, por primera vez, te golpeo con tal furia, con tal aversión, que hago que tu rostro gire hacia un costado. Te quedas estático, con los ojos abiertos. Al parecer, no esperabas esa reacción de mí. 
Cierras los ojos, aprietas tu mandíbula con fuerza. Es ahí, cuando veo un fino hilo de sangre salir de tus labios. Yo… te he hecho sangrar.
-tú…- respiro hondo, aguantando mis lagrimas- …nunca mas…¡nunca vuelvas a tocarme!
No puedo creer lo que he dicho. ¿Como puedo negarme a tus caricias?
Intento marcharme. Me dirijo hacia la puerta, comienzo a abrirla cuando me detienes y la cierras nuevamente de un golpe. Levanto los ojos hacia ti sorprendido. Jadeas de tanta ira. 
Me tomas nuevamente de la muñeca y me empujas bruscamente al sillón de terciopelo que descansa a un costado de mi oficina. Caigo de espaldas. Golpeo tan fuerte contra los almohadones de seda gris, que uno de mis blancos adornos familiares se suelta, dejando mi largo cabello libre. 
Veo como cierras la puerta con llave. Intento levantarme y detenerte, pero en un parpadeo ya te encuentras sobre mí. 
Vuelves a besarme, mientras comienzas a desvestirme. Siento el sabor metálico de tu sangre sobre mi lengua. Tomas mis muñecas las llevas sobre mi cabeza. Las atas con mi propia bufanda al brazo del sillón. 
Estas irreconocible. Mas salvaje que nunca. Pareces otro. ¿Qué piensas hacerme?
Me tapas la boca con la tuya impidiéndome gritar. Me arrebatas la parte superior de mi uniforme. Empiezas a besar mi pecho. Muerdes. Succionas mis pezones, que se erizan ante tu contacto. Evito gemir. No quiero darte el gusto de que me veas disfrutar de tus caricias. 
Porque, A pesar de tu rudeza, me agrada que me tomes. Soy un enfermo…un adicto a tus carisias 
¿Qué pasara si lo descubres? 
Recorres mi cuerpo, dejas pequeñas marcas en tu camino, hasta que llegas a mi entrepierna. Junto mis rodillas para que no puedas ver los cambios que el roce de tus manos provoca en mi cuerpo.
 Sonríes lascivamente, sabes que no puedo evitarlo. Siento mi cara totalmente enardecida… caliente….como todo este inútil cuerpo que yace frente a ti. 
Evito tu mirada. No la soporto. No me gusta que me mires así. ¿Dónde esta ese joven romántico e inocente del cual me enamoré?
Separas mis piernas sin consideración. Arrancas completamente mi hakama, arañando mis muslos mientras lo haces. Tu rostro se hunde entre mis piernas. Siento el áspero roce de tu lengua sobre mi ya húmedo miembro. Me tomas en tu boca, mientras tus manos torturan mi trasero. Me estremezco, apretó los dientes para no gritar. Metes una, luego dos, hasta tres falanges en mi interior. No te detienes, sorbes mi sexo sin restricciones. Mis músculos se tensan por el espasmo del próximo orgasmo. Cierro los ojos, mi cuerpo comienza a vibrar en tus labios e, irremediablemente luego de unos segundos, me vengo en tu boca.  
Respiro agitado. Mis lagrimas siguen fluyendo por mi rostro. Me odio a mi mismo por ser tan débil ante ti. Me siento indefenso al rose de tus manos. 
Sueltas mi miembro ya laxo, y te incorporas de entre mis piernas. Tu rostro, tu hermoso rostro, esta cubierto por mi semilla. Pasas tu lengua por la comisura de tus labios, tomando el resto del blancuzco liquido, degustándolo victorioso. Tu sonrisa es triunfal. Te regocija verme asi…
Porque lo sabes… Tu sabes que no puedo resistirme a ti…
Intento soltarme, intento alejarme…pero como siempre es en vano.
¿Por qué me lastimas?
-….por favor…- digo de repente entre lagrimas. Ni yo mismo se lo que he querido decir. Una parte de mi quiere que “Por favor” te detengas y me dejes ir…pero la otra… la mas importante … quiere que  “por favor” me tomes una vez mas…una ultima vez…
Se que no me quieres, pero entonces ¿Por qué mi cuerpo se niega a comprenderlo?
Tu sonrisa se borra de inmediato. Me miras a los ojos. Algo se oculta en tu mirada, algo que no llego a descifrar.
Vuelves a besarme, de una manera febril. Mi lengua se encuentra indefensa contra la tuya.  Levantas mis piernas hasta tus hombros. Los nudos de las ataduras en mis muñecas laceran mi piel, haciendo que la fina tela  de mis guntes se tiña de un color rojizo.
Un pequeño gemido sale de mis labios al sentir tu fornido miembro pugnando por entrar en mi interior. Tomas aire, tus labios forman una forzada línea recta. Cierras los ojos e ingresas poco a poco. Siento el calor abrazador de tu intromisión.  Ahora estamos unidos…somos uno, como tantas veces antes lo hemos sido. 
Esperas unos segundos a que mi cuerpo se acostumbre a ti, y comienzas a moverte lenta y pausadamente.
 Sobre tu nacarada piel brillan pequeñas gotas de sudor. Parecen miles de perlas, que junto con esos negros tatuajes que tanto me encantan, adornan tu cuerpo. desearía poder tocarte....pasar mis dedos por todo tu marcado y delicioso pecho...
Ya no puedo reprimir mis quejidos, que resuenan en el silencio de mi oficina.  Tomas mis caderas con firmeza acercándolas más a ti. Rodeo mis piernas a tu cintura, aprisionándote en mi. 
No te alejes .. ¡por favor no me dejes!
Tus envestidas son cada vez mas fuertes, mas enloquecidas, tanto que por momentos, cuando me miras, pierdes el ritmo. Puedo escuchar el ruido que hacen tus muslos al chocar contra mi trasero. Un sonido muy parecido a azotes. Te sumerges tan profundo…tan infinitamente hondo, que llegas hasta ese lugar que me hace derretir de placer. 
Mi respiración agitada. Tu respiración descontrolada. Mis gritos de placer y dolor. Tus quejidos recatados, son pequeños y roncos gemidos. 
Entrecierras los ojos. Tus labios están contraídos, en una expresión de concentración absoluta. Yo solo te observo, con los ojos aun húmedos. Eres tan hermoso…tan perfecto …
¿Por qué no podemos estar juntos?
El vaivén de nuestros cuerpos... Es como si danzáramos juntos esta excitante y dolorosa melodía amor… un amor no correspondido. 
Me estremezco una vez mas, me contorsiono sobre ti.  Una pequeña lluvia blanca baña mi pecho. Grito una y otra vez tu nombre… una y otra vez te digo que te amo. Y tú… que aun estas en mi interior te estremeces a la par. Me penetras decididamente una ultima vez, y te dejas llevar por el goce de nuestros cuerpos. Siento como tu calor llena mi interior. Siento como su simiente explota dentro de mí. Gritas. Gritas tan fuerte como yo también lo he hecho y te desplomas sobre mi cuerpo. 
Escucho tu respiración en mi oído. Siento la dificultad con que lo haces. Pero algo me sorprende… siento una cálida humedad sobre mi hombro… no es tu sudor…no…acaso tu…
-Perdón…-me susurras una y otra vez al oído. – por favor..perdoname…yo.. yo… - dices y sin levantar el rostro de  entre mis cabellos comienzas a desatarme. 
Sin importarme un bledo las heridas en mis muñecas, acerco mis manos a tu rostro y te obligo a levantarlo. Deseo verte… acaso tu estas…
Lentamente lo alzas hacia mi.
 Te miro.
 Me miras. 
Las lagrimas surcan tus enrojecidas mejillas. Luego de unos segundos me apartas la mirada avergonzado. 
-¿Qué te sucede? ¿Por qué tu ahora… - comienzo a decirte pero me interrumpes.
-Perdoname… por favor… yo no se porque … -sollozas una vez mas.- … yo no…
Te tomas la frente con rudeza. Tocas tus sienes con la punta de los dedos. Intentas ocultar tus lagrimas. Intentas ocultar tu vergüenza… ¿tu dolor? 
Abro los ojos sorprendido. Y en ese momento lo comprendo… 
-Te amo…- repito una vez mas.  una sonrisa aparece en mis labios
Te giras sobresaltado por mis palabras. la cinta que ata tu hermoso cabello rojizo se suelta, haciendo que tu cabello vuele libre. Y a pesar de que ahora cubre tu rostro, aun así puedo ver  la intensidad de tus ojos pardos, la intensidad con la que me observan expectante.
-¿Por qué…- me preguntas confundido- ¿Por qué si yo te he humillado de esta manera? 
-..Te amo.. – vuelvo a decir, haciendo caso omiso a tus palabras.
-¡Basta! – me gritas entre llantos- ¡¿como puedes amar a una bestia como yo?! ¿Cómo puedes amar a quien te ha lastimado de esta manera? – dices tomando mis sangrantes muñecas. Las llevas has tu boca. Las besas suavemente y las haces rozar en tus mejillas, Donde las lagrimas siguen cayendo- ¿Cómo puedes amarme a mi? …
-es justamente por esto que haces ahora... tu nobleza...tu corazon..- digo soltando una de mis manos y acariciándote la cara. Te regalo una nueva sonrisa. Estoy feliz. Al fin lo entiendo. Tu …
Me amas
-soy tan poco…tan poca cosa para ti… yo … yo…- tapo tus labios con un dedo y te hago callar. 
- ah...eres tan tonto...¿es por esto que me dejaste o es que acaso…- la sola idea de que que amas a mi hermana hace doler mi corazón-  tu amas a Rukia?
-¿Rukia?- repites sin entender mis palabras- …acaso creíste que yo…
- …es que tu… y ella- digo bajando la mirada. Y ahora eres tu quien levanta mi rostro. 
-jamas… nunca en mi vida amaré nadie que no seas tu…Kuchiki Byakuya. Eres hermoso… perfecto… eres mi mundo… y es por eso que te mereces algo mejor… es por eso que yo... he intentado olvidarte. Juro que lo he intentado, pero hoy…al verte en los brazos de ese idiota…¡ no pude controlarme! Una ira inmensa nació en mi interior…pero era nada comparado al dolor de mi corazón…es por eso que yo te… ¡no tengo perdón!- las lagrimas vuelven a aflorar. Intentas continuar hablando pero vuelvo a interrumpirte. No deseo escuchar excusas. 
- ¿no crees que debo ser yo quien decida quien es apropiado para mi?... ¿es que pensabas deshacerte tan fácil de mi? – digo en un tono divertido. 
- pero… yo te he lastimado.. yo no..- cubro tus palabras con un fugaz beso. 
-shh… Ahora que se que me amas jamas te dejaré ir otra vez… Eres mio para siempre…- 
Vuelvo a besarte y me correspondes apasionadamente. Rodeo mi brazos en tu cuello. Enredo mis dedos en tu cabello. Tomas mi cintura y me acercas de nuevo…
 Te separas apenas de mi. Me susurras de nuevo al oído. Dos simples palabras salen de tus labios… dos palabras que me llenan de dicha. Dos palabras por las que podría morir de felicidad en este mismo instante. 
-Te amo…- repites una y otra vez.
Soy el hombre mas feliz del mundo, porque estas ahora conmigo. Mis lagrimas vuelven a salir, pero estas son diferentes a sus antecesoras, pues estas pequeñas gotas saladas  no están llenas de tristeza y desilusión .. no señor .. están cargadas de una felicidad infinita…
-Sabes…Dicen que lo que ha unido el amor nada, jamas, lo podrá separar… ¿dime crees que es así? – hablo en voz alta. Mientras me enredo en tus brazos. Ahora acostados en el viejo sillón, unidos en un tierno abrazo.
- no lo sé….- susurras lentamente acariciando mi espalda con la punta de tus dedos- pero… solo puedo decirte que a pesar de que el dolor nos alcance… a pesar de que la tristeza nos acompañe… mi amor por ti durará para siempre… 
Sonrió levemente y me hundo mas en tu pecho. Escucho el latido de tu corazón, como tantas otras veces he hecho. Pero esta vez es diferente… pues ahora se que cada latido de el es mío … me pertenece. Mis ojos comienzan a cerrarse…adormedidos por ese repiqueteo constante, mis parpados decaen… el sueño me atrapa…una vez mas… me quedo dormido en tus brazos que protegen mi sueño como jamas deberían haber dejado de hacerlo...


Tu y yo… tan opuestos…tan inmensamente diferentes… dos almas unidas por este hermoso sentimiento…  El Amor que todo lo puede...


...FIN..

domingo, 10 de julio de 2011

¿Algún día veras mis virtudes?

Abrió los ojos, la oscuridad lo rodeaba…¿acaso no era de mañana aún? Se removió un poco entre las ásperas sabanas de algodón, y un pequeño rayo de sol ingreso atreves de las capas y capas de tela que lo cubrían. Unas voces en la otra habitación lo alertaron. Se despertó rápidamente.
 Parecían discutir una con otra de una manera bastante acalorada. Entonces pronunciaron su nombre… Se giro en la cama intentando oír mejor.
 ¿Discutir? ¡Que va! Era la misma cháchara de siempre… lo que hacían era hablar de el.  
Aunque “Hablar” era una palabra muy amplía, la definición exacta era otra...”Criticar” era la correcta, pues eso era lo que hacían. Como siempre, desde que tenía recuerdos, esas personas hablaban de sus defectos. ¡De sus grandes e interminables defectos!
Sonrió tristemente al escucharlos. ¿acaso nunca hablarían de sus virtudes?
Se acomodó mejor en la cama. Boca abajo, cruzo sus brazos y apoyo su rostro sobre ellos, manteniéndose aun cubierto con las sabanas para que no notaran que ya había despertado hacía minutos;  siguió escuchando muy atentamente, tal vez en algún momento dirían algo a su favor.
 Interminables palabras se pronunciaron en su nombre. Interminables heridas causaron en su corazón, pues ninguna de ellas lo alababa.
¿es que acaso  creían que no tenía ninguna virtud? ¿nada de lo que haga les daría orgullo?
Una rebelde lágrima recorrió su rostro y murió sobre una de sus mangas. Cuando cayó una segunda, se apresuró a limpiarla. No quería llorar, no otra vez. No frente a ellos.
La puerta de la habitación se abrió de una manera brusca, dejando que la despiadada luz ingresara y le lastimaran los ojos ya acostumbrados a la oscuridad. Esas presencias abrieron las ventanas y con gritos le instaron a levantarse. El tomó aire muy hondo y trago esas lágrimas y sollozos que se agolpaban en su garganta. No debía ser débil… debía mostrarse fuerte…
Sintió como, sin una pizca de consideración hacia su persona, le arrebataban las sabanas que le cubrían.
“levántate, haz algo productivo de una vez” le dijeron al unísono “¿es que nunca maduraras?”
El con el rostro hundido entre sus brazos hizo caso omiso a sus palabras. Debía ser fuerte, debía mostrarse inmutable. “recuerda – se dijo a si mismo- tu no has oído nada de lo que dijeron de ti” .inhalo fuertemente y se giró en el cochón para quedar boca arriba.
Les miró directamente. Con los ojos brillosos de las lágrimas que no derramaría, se levanto y dibujo una gran y falsa sonrisa, de esas que nunca fallaban.
¡Buen Día! –dijo con una felicidad que no poseía y se levanto.
Ellos jamás sabrían lo que sus palabras le habían afectado. No volvería a mostrarse débil.
“Soy mejor de lo que ustedes creen” –pensó- “y cuando lo noten será demasiado tarde”
Con esos pensamientos salió de la habitación para comenzar otro de sus monótonos días de vida en aquella casa… con la esperanza de que algún día sus virtudes fueran tema de conversación como lo eran siempre sus defectos.

lo escribí recién .. bleh , fue espontaneo así que no creo que este bueno xD


                                                                                                    xBlacky

viernes, 8 de julio de 2011

Kiss me in the Darkness (mi primer fic Yaoi x'D viejos recuerdos)

Este fue mi primer fic que termine, soy muy maala escribiendo, pero creo que he mejorado un toque desde este fic hasta los que escribo ahora... xD así que si quieren leaaaaan *O* 


Serie: Bleach
Personajes: Kuchiki Byakuya, Abarai Renji


Capitulo 1 ¿Pesadilla?


 -ahhhhhh…..Renji….p..Por favor … por favor no pares!!....dame más ¡!-gemía sin control el dueño de ese primoroso cuerpo que se encontraba frente a él. Sin parar de pronunciar su nombre disfrutaba  de las caricias que él  le proporcionaba...otra fuerte y profunda embestida…parecía estar casi al límite…- mmm  me corro Renjiiiii ah! –el grito pareció perderse en la inmensa oscuridad que lo rodeo…delante de sus ojos ya no había nadie….su amante había desaparecido…se sentía caer en un enorme y oscuro abismo….
 Renji despertó súbitamente, aun con la respiración agitada ,se llevó las manos a la cara , gotas de sudor recorrían sus sonrojadas mejillas. Ese sueño sí que lo había alterado ,y ahora su “despierta “ entrepierna podía dar fe de ello…
-demonios! … por que otra vez?-gruño, mientras se levantaba de su viejo futon y se dirigía torpemente hacia la ventana ,a  ver si así el frio de la noche lograba apaciguar un poco su intenso “calor”. Esquivo los restos de vendajes que se esparcían por el suelo de su pequeña habitación , él(y como la mayoría de los shinigamis) no se recuperaba totalmente de las heridas recibidas en la última batalla . Batalla la cual además de dejar incontable cantidad de bajas y daños , dejo en clara evidencia la vil traición liderada por el capitán de la 5ª División, Aizen Souske.
Aprecio el tranquilo cielo nocturno, parecía imposible pensar que hace tan solo pocos días ese suceso hubiera tenido lugar… observo las hermosas estrellas que como un millón de velas encendidas iluminaban el oscuro manto que cubría a la Sociedad de Almas. La suave brisa le rosaba el rostro como regalándole un caricia. El viento  pasaba a través de su sedoso cabello rojizo totalmente suelto haciéndolo volar libremente. Cerro los ojos para disfrutar aún más de la exquisita sensación, pero no pudo evitar que fugases imágenes de su lujurioso sueño se cruzaran por su mente , haciendo que toda la sangre de su cuerpo viajara como una ráfaga hasta su abultada entrepierna.
Maldijo en su interior.
Otra vez ese sueño? Otra vez le dejaba sin aliento…y para peor se repetía con más frecuencia desde que enfrento a esa persona por primera vez …y la que consideraba tal vez también sería la última…
 Había perdido tan deplorablemente …quedo totalmente destruido. Se sentía realmente patético ,un total perdedor! no había podido siquiera rosarle un pelo .  De no ser por los cuidados que recibió inmediatamente después ,hubiera muerto ...y quizás eso hubiera sido mejor. A pesar de que este lo hubiera felicitado por su esfuerzo regalándole ese objeto tan preciado, objeto que sin querer admitirlo guardaba como un tesoro, ..Se sentía miserable ..Pero por que lo había hecho?  Sería  como muestra de respeto? …claro que no ¡! Por qué demonios alguien así lo haría!... seguro solo lo había arrojado para intentar así tapar la vergüenza que él le  representaba. Por una razón o por la otra   no se atrevía ni a mirarle  a los ojos desde entonces …esos ojos tan peculiarmente fríos y distantes…que parecieran no demostrar ningún tipo de sentimiento…
 Que distintos se veían en su sueño... por el contrario en el  parecían estar cargados de una calidez y una pasión que jamás había imaginado... <<sentimientos dirigidos hacia mí??<<
Se sonrojo solo de pensar en ello, y la temperatura no solo subió a su rostro , sino también en aquella zona que no se atrevía siquiera a nombrar.
Golpeo con gran fuerza la descascarada pared con ambos puños.
<<Por qué?-se preguntaba sin cesar  -porque precisamente esa persona?<<
No podía explicarse por qué la imagen de ese rostro sonrojado de placer no salía de su cabeza. Y para su desgracia ,esta  aparición lo asaltaba en cualquier momento del día, incluso en pleno entrenamiento . Había tenido que  dar varias veces alguna ridícula excusa para poder salir de allí casi corriendo  y refrescarse rápidamente antes de que su temperatura corporal aumente desmesuradamente…lo que haría que otra parte de su cuerpo también lo haga…y eso si no podría disimularlo tan fácilmente .
Una y otra vez se repetía que era solo un sueño…un jodido e inexplicable sueño. A decir verdad le podía pasar a cualquiera no? …o sea quien no había tenido un sueño húmedo alguna vez? Era normal en muchos hombres por lo que sabía… Pero por qué carajo le pasaba a él y justamente con esa persona…o mejor dicho con esa clase de persona? Acaso no lo odiaba??
El dolor de sus partes bajas se le hacía insoportable. Aunque no era habitual en el masturbarse ,sabía que si no se autosatisfacía pronto la tortura se haría peor ,(si eso era aún posible!)
Volvió hacia el viejo futon , se sentó bruscamente e inclinándose un poco hacia atrás se sostuvo con la mano izquierda, mientras que con la derecha se abría su sencilla yukata blanca ,dejando libre su gran erección, la cual salto fuera meciéndose de arriba a abajo de tal manera que casi parecía agradecerle que lo hubiera hecho.
Las primeras blancuzcas gotas de líquido pre-seminal caían por toda su extensión. No podía creer lo que estaba a punto de hacer, jamás había tenido la necesidad ,pero también jamás (aunque se negase a aceptarlo) había deseado poseer a alguien como lo hacía ahora. Ni siquiera Rukia, a la cual  creía que amaría toda la vida , había logrado ponerlo en este estado casi animal. Que tenía ese individuo que lo excitaba de esta manera?
Con sus fuertes dedos rodeo el voluminoso pene, rosando el sensibilizado glande con el pulgar. No pudo reprimir que un ronco gemido saliera de sus labios. La imagen de ese bello rostro se instaló nuevamente ante él. Cerro los ojos para que pareciera aún más real, casi podía oír  esa melodiosa voz pronunciar su nombre…pidiéndole …casi rogándole que continuara….
 Deslizo la mano a lo largo del erguido miembro , primero suave y luego , con el pasar de los minutos más brusco. El hormigueo se hacía cada vez mayor…casi insoportable, sabía que si seguía así se correría en cualquier momento, y por  todos los malditos hollows del Hueco Mundo que eso es lo que deseaba! Aumento la velocidad de la masturbación , a la vez que en su mente los gritos obscenos de su amante imaginario se hacían cada vez más sonoros . Pocos segundos de esa dolorosa tortura y el clímax le llego como un golpe ,azotando todo su cuerpo. Sin más fuerzas se desplomo de espaldas en el futon, se sorprendió al notarse pronunciado ese nombre que hasta le parecía prohibido. <<Que mierda me pasa?<< -se pregunto
La respiración comenzó a normalizarse , poco a poco se reincorporo sobre el lecho. Observo su mano , su semilla aun escurría entre sus  dedos , suspiro tristemente ante esta imagen .
-doy asco!- se dijo  , con un  tono de voz totalmente quebrado y angustiado.   
Renji estaba  realmente decepcionado de sí mismo . Como había sido capaz de correrse  con tan solo imaginarle entre sus brazos?
Como podía haberlo hecho justamente con la persona que más debía odiar?, ese al  que había jurado vencer…superar  …ese que se había llevado o mejor dicho robado de su lado a su querida Rukia?
…como podía el ahora ocupar ese  lugar en su mente y aun peor ocupar todas sus más ocultas fantasías?
No era normal lo que sentía ..O sí?  Acaso se estaba volviendo loco?
Preguntas y preguntas …y ninguna respuesta…
Un fuerte y decidido golpe a la puerta lo saco de su estado.
>>Quién demonios podría molestarlo a estas horas?<<
-en seguida abro – gruño, se limpió rápidamente e intento arreglar su desalineada vestimenta.
Estaba casi seguro serian Kira y Hisagi , quien más que ellos  podían estar despierto a estas horas? Seguro venían para llevarlo a tomar unos tragos ,y considero que esa sería una buena idea , necesitaba algo fuerte con urgencia
 Sonrió al pensar en esos dos, desde que estaban en pareja  deseaban que todos lo estuvieran . Cada vez que salían juntos irremediablemente intentaban ligarlo con alguna  joven, a la que Renji rechazaba amablemente con una sonrisa . En verdad no tenía cabeza para eso ,en especial desde que ese sueño se le repetía cada vez que cerraba los ojos .

-Abarai-san…no será que tú eres uno de los nuestros ?- pregunto Kira tímidamente luego de varias salidas –
- a que te refieres con eso “de los nuestros”-replico el colorado
-vamos Renji no te hagas el tonto- dijo Hisagi dándole una palmada en la espalda – sabes bien a que nos referimos!!... dinos la verdad acaso no nos tienes la suficiente confianza?
-si la tengo pero ..No sé a qué quieren llegar!-
- Dios Abarai!! No es obvio?? Has rechazado a infinidad de mujeres frente a nosotros y debo admitir que eran verdaderas bellezas que morían por una noche contigo!-se dirigió a un  Renji que mantenía un gesto de desconcierto, al parecer  aun no llegaba a comprender a su amigo- a ti te gustan los hombres!!
-queeee??- grito casi cayendo de la silla- c..Claro que no!! ..Cómo? ..Es decir Por qué?. Por qué creen eso?..-dijo totalmente ruborizado
-no te exaltes de esa manera Abarai- san! –Le dijo Kira- sé que es difícil aceptarlo al principio ..Pero después de que le digas a Kurosaki-san que lo amas todo será más fácil-
-Kurosaki?, acaso te refieres a Ichigo? –musito confuso Renji
- si! No es el quien te ha tenido así de pensativo estos días?- respondió el rubio .
-jah! No me hagas reír Izuru! Ese cabeza hueca jamás podría ocupar ni un segundo en mis pensamientos ni  en un millón de años … además acaso no saben que él está saliendo desde hace bastante con Rukia? –replico Renji algo  sorprendido de si ,al notar la tranquilidad que se refería a esa relación , debía estar furioso. Él amaba a Rukia…por que la amaba no es así? . Era increíble pero al pensar en ella ya no sentía ese calor el pecho… en especial desde …

-eso quiere decir que…-lo saco de sus pensamientos el pelirrubio- que si no es Kurosaki –san es?
- vamos dilo Renji –hablo Hisagi- De quien mierda te has enamorado? no me digas que quien te pone así es…
-no hay nadie!!- exclamo bastante enojado y sonrojado temía que descubrieran en quien pensaba en ese momento…- déjenme en paz!
-está bien Abarai- dijo entre risas el moreno- no te pongas así … solo quería saber nada más. No pretendía ofenderte , simplemente creí que ya lo habías notado , así que bueno..
-notado??- replico un poco más calmado-
-si ¡! Que estás enamorado hasta la medula de esa “persona”!-
Renji no pudo  hacer más que quedarse mudo ante estas palabras …
<<Enamorado?<<
Acaso eso era lo que le pasaba … lo que sentía por  …
<<No puede ser!!<<
Otro brusco golpe a  la puerta disipo esos pensamientos.
-he dicho que ya voy!- protesto el colorado mientras abría – acaso son sordos?!….
El cálido viento de primavera resoplaba sobre las copas de los arboles haciendo que las diminutas y delicadas flores de sakuras cayeran como lluvia sobre ellos…
<<No puede ser!, ¿por qué esta aquí?<<Petrificado ante el umbral de la pequeña habitación, Abarai no podía moverse , con los ojos tan abiertos que  casi salían de sus cuencas … solo podía observar asa aparición ante él ..
<<Si aparición eso debe ser!...debo estar soñando otra vez>>pensó, por que estaría si no esa persona ahí parada frente a el?

-Renji…-dijo al fin  esa penetrante y grave voz ,- puedo pasar?.
Solo algunos valientes pétalos  rosados se enredaban sobre ese reluciente cabello azabache, que a diferencia de lo habitual se deslizaba libre sobre esos delgados hombros hasta caer sobre la elegante espalda. Que pequeño y frágil parecía así vestido: una simple yukata negra de seda con exquisitos bordados de flores, que  finamente ajustada por un obi color blanco antiguo delineaban todo ese delicioso cuerpo.
Que distinto se veía sin el sobrio uniforme shinigami y sin su tradicional haoiri… muy pocas veces lo había imaginado sin ellos… pero las suficientes como para que su cuerpo experimentara un “gran cambio”
 Ese aire altanero y superior que siempre lo acompañaba ,parecía haberse esfumado junto con esa recatada vestimenta…Ahora , por el contario parecía tan desprotegido, tan… inocente?
-Renji??- pregunto nuevamente, sacando al colorado de su conmoción ante la inesperada visita.
-s.. Si?  -balbuceo casi inaudible
-sí o no Renji? , Acaso estas con alguien?- pregunto con un tono que le helo la sangre
-no!! … es decir … Si!! …perdón…este…p..Pase Capitán por favor!- dijo totalmente avergonzado a la vez que hacia una reverencia >>idiota. Eso es lo que eres Abarai Renji<< pensó el teniente
Una suave caricia en el rostro sorprendió a Abarai quien mantenía los ojos cerrados, los cuales pronto abrió como platos.  Las finas manos de su adorado noble rodearon sus mejillas y le  levantaron la cara hasta  quedar tan cerca de la del moreno  que casi podía sentir la cálida respiración que salía atreves de los apetitosos labios de este…
 -no tienes que bajar la cabeza ante nadie Renji…-dijo el capitan con una voz dulce-…. Y mucho menos a quien viene a ti para pedirte un favor…
-un favor?-alcanzo a decir con la respiración entrecortada debido al contacto con el ser que ahora mas adoraba..-q..Que necesita de mi Capitán?
El moreno se acercó aún más al rostro de su teniente para balbucearle sensualmente al oído…
-…necesito pasar esta noche contigo Renji…
Renji no podía creer que esas palabras hayan sido pronuciadas, sin saber que responder inmediatamente se quedo callado. Aunque su mente hablaba a gritos, si los pensamientos se escucharan tan claramente estaría perdido…
<<Será que…mi sueño se hara realidad?<< pensó el colorado<< Kuchiki Byakuya al fin serás mío??<<
 El silencio se adueñó de la humilde estancia ,solo la respiración de los dos hombres era apenas perceptible  en la densa oscuridad de la  noche… noche que  tal vez sería la más importante de sus vidas…


Capitulo 2 - Sueños compartidos...

-…necesito pasar esta noche contigo Renji…
Estas sugestivas palabras se repetían en la cabeza del teniente que aun no lograba saber a qué se refería exactamente su Capitán.
Ahora se encontraban uno frente al otro, sentados sobre unos mullidos almohadones, solo el canto de los grillos rompía ese hermético silencio.  Abarai se sentía realmente nervioso ante la presencia de aquel hombre, ansiaba preguntar a qué se refirió con esa frase, pero la pregunta murió en sus labios.
Byakuya solo se limitaba a observar la humeante taza de té que sostenía sobre su regazo ante la mirada inquieta del colorado. Un aire de melancolía parecía dibujarse en su rostro.
> ¿Que le sucede?<< se preguntaba Renji. ¿Es que algo andaba mal en él?
 Visiblemente preocupado intento indagar, pero la fría voz del noble lo detuvo
-Renji…-dijo- seguramente querrás saber a qué he venido esta noche aquí, ¿no es así?-
- si desea decírmelo taichou, por mi está bien. Pero no está obligado a hacerlo…- respondió bajando la vista, aun no se atrevía a mirarle a la cara. Ese hermoso rostro que lo seguía hasta en sueños, ¿que podría llegar a pasarle si lo veía directamente?
- …como te había dicho antes Renji, necesito quedarme esta noche contigo….- hablo con total serenidad el moreno.
 Ante la idea de pasar una noche a solas con el Kuchiki, el corazón del teniente pareció acelerarse aún más haciendo hervir su sangre, debía calmarse o si no…
-¿conmigo?- repitió totalmente avergonzado-¿por qué Capitán?
- eso es porque… la teniente Kusajishi…-dijo mientras mecía la cálida infusión- ella es la culpable de que hoy este aquí…
> ¿Yachiru? < pensó el colorado. ¿Qué demonios tenía que ver ese pequeño monstro rosado en todo esto? Aunque realmente no le importaba, ya que gracias a ella su deseado superior estaba frente a el
-pero… ¿qué fue lo que sucedió taichou?-
- como sabrás Renji, ella es la presidenta de la asociación de Mujeres Shinigami, aunque aun no comprendo cómo pudo llegar a serlo, lo es. Y como ya había sucedido con anterioridad armaron la base de sus reuniones en mi mansión…-comento bastante enojado. Renji no pudo evitar sonreír ante la cara de fastidio de su capitán, se veía tan hermoso.
-si bien…-continuo Byakuya sin levantar la mirada –ya les he advertido que debían retirarse, no lo han hecho. Debo admitir que su presencia no me afecta en realidad, pero me molesta que tomen mi casa como su lugar de juegos…
Una pequeña risa ahogada salió de la boca del menor. El moreno le dirigió un gesto de reproche, a lo que el entendió que no debía haberse reído.
-perdón capitán- dijo sentido el teniente. No deseaba que se enojara con él. – discúlpeme continúe por favor. Pero, ¿qué es lo que hicieron para que usted llegara hasta aquí?- verdaderamente quería saber por qué ahora se encontraba ahí.
- cómo te he dicho, hoy, como tantas otras veces, todas las mujeres shinigamis se encontraban usurpando mi hogar. Aunque eso no fue lo que me hizo llegar hasta aquí obviamente, si no lo que esta vez hicieron, algo imperdonable...
-¿Qué?- pregunto rápidamente, no quería sonar tan ansioso pero quería saber… ¿qué podía haber sido tan irremediable como para que un hombre de su nivel llegase a pedirle a un favor a un perro de Rukongai como él?
- lo que hicieron fue… –haciendo una pequeña pausa-¡Construir una piscina dentro de mi casa! –dijo un poco exaltado, pero sin perder su habitual compostura- o por lo menos eso intentaron, ya que ¡lo único que lograron fue destruirlo todo!... ¡mi mansión, mis cosas, incluso mi ropa! … es por eso que debo vestir esta ridícula yukata que me dio Rukia...
Abarai no pudo evitar comenzar a reír a carcajadas al imaginar el verdadero desastre que habría hecho la pequeña teniente del onceavo escuadrón, conociéndola no debería haber quedado nada en pie.  Pero   a juzgar por la expresión del mayor, a este no parecía hacerle ninguna gracia… no parecía divertirse. Realmente aparentaba estar algo avergonzado…hasta un pequeño sonrojo había aparecido en sus blancas mejillas
 > ¡Es totalmente adorable!< pensó
-¡no le veo lo gracioso Renji! – Inquirió entonces el otro- parece que no entiendes la gravedad del asunto…
-discúlpeme nuevamente taichou-dijo el colorado acallando sus risotadas- en verdad entiendo la seriedad del asunto, ¡créame! … pero la verdad debo decirle que a mi parecer…-trago saliva-esa yukata le sienta hermosamente…exquisita diría yo.
¡Dios! , no podía creer lo que había dicho. ¿Acaso estaba loco? ¡Había hecho un cumplido a su capitán! Seguramente este lo mataría por semejante osadía. Sin embargo, no lo hizo. Solo se quedó mirándole con una expresión de sorpresa que jamás había visto en ese hombre… pero eso no fue lo que más asombró al pelirrojo, si no lo que vino después…
Byakuya bajo la mirada amargamente, la oscuridad pareció cubrir sus finas facciones.
-taichou…-apenas logro decir el joven, pero sus palabras fueron acalladas por la voz penetrante del noble.
-por favor Renji…-musito el moreno que parecía bastante acongojado- por favor… no hace falta que me hagas ese tipo de comentarios solo para quedar bien conmigo…o mejor dicho con Rukia…
> ¿Rukia? < Pensó Renji> ¿qué tiene que ver Rukia ?<
- yo se Renji...-continuo Byakuya- …sé que amas a Rukia… y seguramente piensas que haciendo ese tipo de comentarios ganaras puntos conmigo ¿no es así?...pero déjame decir q...
-¡no es así!- lo interrumpió   de un grito que abría despertado a medio Seretei - eso no es así…yo solo… –las palabras se hacían cada vez más silenciosas. ¿Cómo? ¿Cómo confesarle que a quien amaba no era a Rukia Si no a...
                                                                                     *****
 Aunque estaba visiblemente extrañado ante la reacción de su subordinado, Byakuya sabía muy bien por qué este hacia todo esto. Sonrió en su interior al pensar en la inocencia del colorado, era obvio que amaba tan profundamente a Rukia que no deseaba que sus sentimientos sean tomados a la ligera.
Si bien debido a su triste pasado, Abarai no era un excelente partido para una miembro de la familia Kuchiki como lo era la morena de ojos lilas, Byakuya sabía muy que este la haría inmensamente feliz, y eso era lo que realmente le importaba. Deseaba con todo el corazón ver a su hermana felizmente casada. Quería verla sonreír, y si para eso debía renunciar a su amor por el teniente, no cabía duda que lo haría. 
Era realmente absurdo, había pensado muchas veces, que un hombre de su edad se enamore de alguien, y mucho más si ese alguien es el joven amigo de tu hermana menor. Aunque lo ridículo del hecho no era que Abarai fuera un hombre, ya que debía admitir que a él le habían atraído los hombres desde que podia recordar, si no lo era el hecho de que este estuviera perdidamente enamorado de Rukia, y peor aún que este fuera su segundo al mando. 
Byakuya se sentía totalmente perdido de amor por el joven, podría decirse que desde siempre, ya que en el primer momento en que lo vio quedo totalmente abrumado no solo por la belleza de Renji, sino también por ese extraño pero inocente carácter.
Varias veces lo observaba a escondidas mientras este aun estudiaba en la academia shinigami, pasaba horas viéndolo correr de una clase a otra, debía decir que era bastante torpe, pero para el Kuchiki eso era parte de su raro encanto. Sin embargo, aunque verdaderamente le gustaba Renji, sabía que una relación con el jamás podría ser posible, no solo por el claro hecho de que el colorado albergaba sentimientos para con Rukia o por su diferencia social, sino también porque no cabía la menor duda de que Abarai lo odiaba.  No tenía que poseer una gran percepción para notarlo. Las contadas veces que se encontraban frente a frente, el menor no disimulaba ni un poco el rechazo hacia el noble. Incluso, el moreno se había enterado de que el joven había hecho la promesa de vencerlo, de superarlo para así poder ser digno de su hermanita.
 Una pequeña sonrisita había aparecido en los labios de Byakuya al enterarse.
Eso quería decir que al menos de una forma u otra estaba presente en la mente del pelirrojo, aunque solo sea como su rival claro está. Pero para Byakuya eso ya le hacía feliz.
 Apenas Renji término la academia, el noble decidió ayudarlo a cumplir con su promesa. Así pues, luego de varios intentos logro hacerlo parte de su división, su Vice-capitán más exactamente.  ¿Qué mejor oportunidad podía darle para que le superase que teniéndolo tan cerca? Como él también era nuevo en eso de ser capitán, nadie se extrañó por el hecho de quisiese a uno de los shinigamis más fuertes como su segundo al mando. Aunque varios hablaron de las marcadas diferencias de ambos y que debía de haber algo más para que la cabeza de la familia Kuchiki se interesara en alguien como Abarai… aunque Byakuya acallo  rápidamente esas habladurías.
Si bien tener a Renji tan cerca le encantaba, debía admitir también era una tortura. Verlo ahí sentado, tan próximo, respirar su aroma tan varonil y a la vez tan infantil, lo volvía loco. Innumerables ocasiones tuvo que controlarse para no abalanzarse sobre el muchacho y hacerlo suyo ahí mismo sobre su escritorio, en medio de la oficina que compartían día tras día.
Inclusive ahora debía comportase como su linaje lo demandaba. Sin embargo tenerlo a tan solo unos paso y rodeado de la penumbra nocturna no lo ayudaba a realizar su cometido. Sin remarcar que esa sencilla yukata blanca le quedaba totalmente deliciosa. Un poco desalineada, pero así dejaba ver los magníficos pectorales surcados por los sensuales tatuajes tan característicos del teniente. Se maldijo en su interior al ver las vendas que cubrían esa piel color miel. ¿Cómo había sido tan estúpido para haberlo lastimado así? Porque sabía bien que esas eran las heridas causadas por su Senbonzakura, ¿quién mejor que él conocía lo que su zampackutou podía hacer? Tenía el deseo de besar cada centímetro de esa dañada piel, pero se contuvo.
 Pocas veces lo miraba de frente, tenía miedo… ¡si él tenía miedo! El que había sido entrenado para no sentir nunca esa clase de sentimientos, temía mirarle a los ojos, le horrorizaba el hecho de que esos profundos ojos pardos pudieran leer su alma. Pudieran ver el inmenso amor que sentía por él.
Luego de un momento de silencio decidió continuar hablando sobre el tema que realmente lo había llevado allí. Porque a pesar de que era verdad lo sucedido con la asociación de mujeres shinigamis , solo lo había utilizado como excusa para hablar francamente  con su subordinado, tenia que dejarle en claro que aceptaba su relación con Rukia y que jamás se opondría otra vez a el. 
-no hace falta que te exaltes de esa manera Renji, -dijo Byakuya tomando la palabra- como te he dicho, preferiría que no hagas ese tipos de cumplidos, (que sé que verdaderamente no sientes), solo para agradarme…
-¡usted no lo entiende!- exclamo angustiado Renji
El pecho le dolía fuertemente al capitán. En ese momento sentía una gran envidia por Rukia, hubiera dado lo que fuera por que el inmenso amor que reflejaban los ojos de Abarai fuera dirigido hacia él. Pero sabía que jamás pasaría, así que tristemente continúo…
-¡créeme cuando te digo que lo entiendo, y más cuando te digo que no hace falta que lo hagas!-reconoció decidido el Kuchiki- no debes hacerlo porque…-miro por primera vez a los ojos del colorado- he decidido aceptar tu relación con Rukia así que…
Un fuerte golpe al piso lo sorprendió.
-¡no!… ¡realmente no lo entiende!-exclamo el teniente- ¿acaso no lo ve? ¿No ve que no deseo su aprobación?
-Renji…-dijo lentamente el moreno bajando la mirada- sé que me odias, pero desearía que escondas ese sentimiento y hagas feliz a Rukia… porque…
Un brusco jalón interrumpió al noble, que sin saber cómo, ahora se encontraba de espaldas en el suelo. Renji postrado sobre él, le sostenía los brazos sobre su cabeza. El suave cabello rojo le rosaba las mejillas. La vista de ese rostro totalmente sonrojado le fascino, casi le había quitado el habla. ¿Qué pretendía hacer su subordinado?
                                                                               *****                
-¿q... Qué demonios haces Renji?- le pregunto el mayor sin intentar liberarse- suéltame o si no…
-¡¡cállate!!- grito furioso el fukutaichou, lo que sorprendió al noble- ¡cállate! … por favor…
Los ojos de lila claro de Byakuya se abrieron de par en par.
-..¿Es que acaso no entiendes que no te odio?...-continuo Renji con un tono de voz que partía el alma- ¡explícame! ¿Cómo podría odiar a la persona que está en mi mente casi las veinticuatro horas del día? , La persona cuyo rostro se cuela en cada uno de mis sueños!... ¡Y no solo en los sueños sino en cada una de mis malditas fantasías!... ¿Dime como podría odiarla?- unas cálidas lagrimas se hicieron presentes en los ojos del colorado
-¿q...que quieres decir con eso?.. Yo creía que tu…- apenas llego a decir el noble
-lo que quiero decir es que… ¡te amo Kuchiki Byakuya!...!te amo!  ¿Es tan imposible de creer?-al fin lo había dicho, pero ni el mismo creía que lo había hecho-¿soy tan poca cosa para ser merecedor de tu amor? ¿O es que acaso que eres tú el que me odia?- ante la idea de ser rechazado, Renji aflojo el agarre con el cual sostenía a su superior. Giro la cara, no aguantaba sostener la penetrante mirada este.
Otra vez como hacía unos minutos el suave rose de la piel del Kuchiki en su rostro lo tomo por sorpresa. Pero esta vez había algo diferente… sintió como los delicados labios del mayor rodearon los suyos. Seguramente estaba soñando otra vez, pensó, ¿cómo podía si no explicar este suceso? Totalmente petrificado, Renji no sabía cómo reaccionar. ¿Que debía hacer?
Aunque al parecer el mayor sabía exactamente lo que quería, ya que su experimentada lengua comenzó a delinear los finos labios del colorado como pidiendo permiso para ingresar…
¿Quería decir esto que el también sentía lo mismo? ¿Quería decir que no lo rechazaría? …quiso preguntar, pero prefirió sentir.
 Separando lentamente los labios dejo a la demándate boca de su capitán hacer lo que quisiese. Podía sentir la lengua de el llenándole la cavidad bucal, al parecer no pensaba dejar ningún pequeño rincón sin explorar.
Jamás lo habían besado tan apasionadamente, tan deliciosamente…
 ¡Con un demonio! nunca un simple beso lo había hecho estremecer tanto como ahora. ¡Era capaz de venirse solo por este contacto!
 Con su fuerte mano tomo la nuca del moreno acercándolo aún más. Él también le quería demostrar lo que había aprendido durante tantos años de amoríos. No por nada siempre le alagaban su forma de besar, y entonces un pequeño gemido del noble le dio la seguridad de que así era.
Las lenguas se entrelazaba una con otra como en una lucha, aunque claramente el mayor era más experimentado, fue el colorado quien tomo fugazmente el control.
 Renji se sentía arder.  Sin romper la unión tan solo para respirar, Byakuya lo volteo dejándolo ahora al de espaldas contra el frio piso.
-dime…Abarai Renji…-le dijo con una pícara sonrisa el pelinegro, a la vez que le comenzaba a abrir la rustica yukata blanca -¿qué tan verdad es eso de que era yo el que ocupaba tus fantasías?
-..pues…,tan verdad como que cierta parte de mi cuerpo estaba erguido  todo el día…-respondió rápidamente el colorado, para luego arrepentirse de haber sido tan sincero, seguramente creería que era un depravado-… es decir… no es que yo… bueno… ¿esta conforme con esa respuesta taichou?-
- ¡completamente! –dijo mientras le lamia uno de los rosados pezones, Abarai no pudo evitar gemir ante la sensación-…bien eso quiere decir que ahora también lo estas ¿o me equivoco?-continuo a la vez que le acariciaba la abultada entrepierna- oh! Parecerse que tenia razón… ¿dime deseas que te libere de esa tortura?
No podía creer que esas eróticas palabras salieran de su correcto capitán, ¿quien lo hubiera imaginado así de pervertido?, aunque lo que menos podía creer es ¡estar tan duro otra vez!
-s... Si por favor! –Respondió en un tono ahogado-
Byakuya dejo las palabras a un lado y solo se limito a los hechos…esta seria una noche muy larga y divertida…


 Capitulo 3 - Del sueño a la Realidad...



El templado viento primaveral atravesó la ventana de la sencilla estancia. Al parecer todo el Sereitei descansaba bajo el dulce abrazo de Morfeo.
Todos menos ellos…
Recostado sobre su viejo futon, Renji reprimía los gemidos que las caricias de su capitán le proporcionaban.
Con sus finos labios el moreno rosaba la sien del más joven deslizándose hacia su mejilla para luego llegar al delicioso cuello. Beso fuertemente dejando pequeñas marcas rojas en la satinada piel. Deseaba dejar sus marcas por todo el hermoso cuerpo del teniente, para así dejar bien en claro que ahora le pertenecía.
No llegaba a creerlo aun, pero Abarai finalmente seria suyo. Era increíble que la persona que mas amaba en el mundo le correspondiera. Casi lloró como un niño pequeño al escuchar la confesión del otro. Nunca… ¡jamás! unas simples palabras lo habían hecho tan feliz.
Tenía… ¡no! ¡Debía! Demostrarle a Renji cuanto lo amaba, y es por eso que decidió que esta noche, su primera noche juntos, seria inolvidable para ambos…
Rápidamente comenzó su labor. Sus experimentadas manos a recorrieron todo ese harmonioso cuerpo que yacía jadeante frente a el, a la vez que su boca descendía por todo el bien formado pecho. Jugueteo fugazmente con los rosados pezones, que parecieron agradecer la atención endureciéndose rápidamente. Pero obviamente no era la única parte del cuerpo del colorado que respondía a sus agasajos, ya que había un lugar que pedía a gritos ser atendido.  Se deshizo totalmente de las estorbosas ropas que cubrían a su amado teniente, dejando a la vista todos y cada uno de los negros tatuajes tan característicos en el. Tal vez era un poco tonto de su parte pero, siempre había querido saber si esos tribales continuaban mas allá de lo que la tosca hakama shinigami le dejaba ver. Le alegro mucho enterarse de que así era, y mas precisamente que estos se dirigieran tan sugestivamente hasta la entrepierna de su pareja. Era como si lo invitaran a seguir su recorrido.
Una pequeña risita salió de sus labios. Pero se apago velozmente ante la angustiada voz de Renji.
-¿algo esta mal?- pregunto preocupado Abarai.
-¿mal? ¿Por qué habría de estarlo?- dijo incrédulo el otro.
-entonces… ¿por que me miras y te ríes? –
Byakuya volvió a reír, pero esta vez un poco más fuerte. La inocencia de la pregunta lo éxito aun mas .Esta reacción tomo por sorpresa al menor que lo observaba expectante.
-claro que no, ¡tonto! Nada esta mal-lo tranquilizó el noble acariciándole la mejilla- solo sonreí al pensar todas las cosas divertidas que hare esta noche contigo.- Esta vez fue Renji quien rió e incorporándose hablo decidido.
 –Entonces quisiera que me muestre que es lo que desea hacerme taichô- dijo pícaramente acercando su boca a la del capitán. Las lenguas juguetearon una con la otra dentro y fuera de la cavidad bucal, hasta que finalmente se separaron. Aunque ambos sabían que no por mucho tiempo.
-¡esta bien pues! Déjame comenzar por aquí ¿si te parece?- dijo el pelinegro mientras rodeaba con su mano el prominente pene del fuku-taichô ,que se erguía como una curvada torre entre sus piernas.
-mmm… ¡c…claro!, es decir, continua…por favor- respondió algo nervioso Renji.
 Al ver como su adorado noble se posicionaba frente a el, separó las piernas para dejarle mayor acceso.  ¡Por Kami!, ¿realmente pensaba mamársela? Abrió tan grandes los ojos que se podía apreciar claramente el color pardo de los mismos. Era obvio que no quería perder ni un mínimo detalle de este momento.
 Por su parte el Kuchiki comenzó a recorrer la extensión del órgano con sus delgados dedos. Suavemente lo estrujo, pudo sentir la humedad en la punta y fue señal que debía apresurarse. Recogió las pocas gotas de pre semen degustando su sabor.  Seducido por la deliciosa vista que su amado le regalaba, se inclino y tomo el pene entre sus labios, para así empezar con la tan esperada felación. Con la lengua lo exploro totalmente. Aterciopelado pero a la vez tan duro. Terrenal y de un sabor exquisito. Sin duda podría hacerse un total adicto a el. Delineo las intrincadas venas a lo largo y ancho de este ,y luego descendió desde el sensibilizado glande hasta la base. Dando solo suaves toques con la punta de la lengua, beso el pequeño puente entre el falo y los testículos, mientras lo masturbaba con premura. Renji comenzaba a jadear totalmente excitado. Al capitán le encantaba oír esa voz ronca, totalmente erótica, pronunciar su nombre.
-dime Renji… ¿te gusta?- preguntó. Aunque sabia muy bien cual seria la respuesta deseaba escuchar de esos labios una alabanza a sus acciones.-porque si no te gusta me detendré y me iré si lo deseas- dijo mientras amagaba alejarse de el.
-¿eh?..¡No! -Abarai lo tomo del brazo y lo detuvo casi con desesperación-...s...sabes que si….por favor no te detengas- respondió totalmente sonrojado.
- ¡esta bien entonces!- Dijo el moreno reglándole otra sonrisa- seguiré con esto…-
 ¡Dicho y hecho! Sin vergüenza se introdujo el miembro de lleno en la boca casi haciéndolo desaparecer ante los sorprendidos ojos del joven. Subía y bajaba ferozmente, mientras con la mano derecha apretujo los endurecidos testículos. Cada tanto le regalaba unas miradas lujuriosas a su amante quien le tomaba la cabeza marcándole el ritmo deseado, al tiempo que le apartaba el cabello de la cara. Era un total experto, pensó el colorado.
-mmm… Siiiii! ….. Por favor sigue- gemía ya sin control – ¡me corro!…huuuggh…
Byakuya podía sentir como la hombría de su amante comenzaba a crecer  en su boca, era inminente que se vendría en cualquier momento. Previendo eso, se aparto ante la expresión de reproche de su subordinado.
-yo…deseo venirme contigo Renji- explico el Kuchiki con una voz entrecortada. Se desvistió rápidamente, mostrando su prefecto y exquisito cuerpo. Extremadamente blanco, casi tanto como la deliciosa nata. Tan apetecible.
 En un santiamén se subió al regazo de su partener. Su pene, un poco más pequeño pero no por eso menos sensible, choco con el de su teniente. Hipó ante el contacto. 
- ¿esta bien taichô?- preguntó preocupado el pelirrojo.
-si...solo...mmm… solo deseo que me toques- respondió tomándole las manos.- ¡aquí Renji, por favor! – llevo una hasta los húmedos miembros para que continuara con la masturbación,  lo que el otro hizo sin preguntas.- mmm…..ahhh….siii…. delicioso… ahora aquí…- agarro  la otra  , lamio sensualmente sus dedos y la llevo hacia su trasero.
 Abarai, entendiendo claramente a que se refería el noble, y separándole un poco los suaves muslos, comenzó a masajear la ceñida entrada de este. Primero dio pequeños círculos a su alrededor con las yemas, para luego introducir el primer dedo. Byakuya extasiado, se aferraba fuertemente a sus hombros. Se mordía los labios para no gritar como un loco.
-¿esta bien así… taichô? – dijo al tiempo que introducía el segundo dedo y los movía en el interior del capitán, entretanto aumentaba la velocidad de la masturbación.
- mmm…siii… perfecto…- apenas articulo Byakuya.-…sigue por favor… ahí… ¡es delicioso!-Acerco la boca del colorado y comenzó a besarle con voracidad, mientras este seguía simulando la penetración con sus falanges, no sin olvidar acariciar los endurecidos penes.
Ambos se sentían arder, era como la sangre de todo su cuerpo se dirigiese hasta sus partes bajas.  Sin poder resistir por más tiempo, el final de esa exquisita tortura les llegó como una explosión manchándoles todo el pecho.  Respirando aun con dificultad, se miraron a los ojos con complicidad. Se sentían felices, pero sabían que este era solo el principio.
Byakuya, sospechando que esta seguramente seria la primera vez de su amor, (o por lo menos con un hombre) decidió que por esta vez le sedería su lugar de seme. Pero claro que esto no le seria barato al más joven, ya que a cambio Abarai debería follarlo como los mismísimos dioses. Aunque en su interior no tenía dudas de que así sería, se lo hizo saber.
-¿y? ¿Qué me dices Renji, aceptas o no? –dijo el moreno pasando un dedo por su pecho donde la semilla de los dos aun permanecía tibia. Tomo un poco y se lo llevo a la boca. Lo saboreo y con una lasciva sonrisa lo provocó.
Renji, aun sorprendido por la actitud del noble, se sonrojo.
-¿Quién demonios eres tu, y que has  hecho con mi serio y correcto capitán? – exclamó entonces dejando escapar una risilla.
-yo siempre he sido así mi adorado teniente Abarai Renji, ¿no lo había notado? ¡Siempre es usted así de despistado!- refutó acortando la distancia entre ambos para hablarle al oído- pues bien, ¿aceptaras o no?...no te niegues, se que lo deseas tanto como yo…- dijo lamiéndole la oreja.
Renji no respondió con palabras, dejo que sus manos hablaran por el. Apretó el trasero del noble con fuerza. Haciéndolo girar, lo hizo poner en cuatro para así tener una vista completa tanto de la hombría, como de la pequeña entrada del otro.  Se acerco, y separando las nalgas comenzó a delinear con la lengua ese hermoso agujerito. Byakuya se dejo hacer lo que la hambrienta boca de su subordinado quisiera, solo se limito a aullar de placer. Sin pudor Abarai le introdujo el húmedo apéndice en el interior del orificio presionando ese sensible sitio una y otra vez haciendo que se dilatara y se contrajera, a la vez que masajeaba el nuevamente despierto miembro de su superior.  Cuando estuvo contento con la lubricación, aparto su lengua y comenzó a introducir nuevamente sus dedos, uno a uno hasta llegar al total de tres.  Los movió en círculos provocando pequeños espasmos en su amante.
-ahí… mmm… Renji!...-clamaba Byakuya- … ya no aguanto…MÉTELA YA!- dijo en un tono de orden , a pesar de la situación seguía siendo el mismo mandón de siempre. Sonriendo Renji quería jugar un poco mas con el , quería escuchar suplicas de su parte.
-disculpe Taichô , no entiendo a que se refiere- musito con falsa ingenuidad- ¿que es lo que desea que le “meta”?
- ah… mmm… ¿no me harás decirlo no es así?- respondió el pelinegro mostrando el fuerte sonrojo de sus mejillas.- ..s..sabes que no puedo…
-si me lo dice será mas fácil para mi comprenderlo, ¿no cree?- sugirió osadamente a la vez que introducía con mas fuerza las falanges haciendo que el capitán sollozara sin poder evitarlo.
-ahhhhh…mmmm…¡ESTA BIEN!  ¡DEMONIOS!-grito con fuerza- …¡te hare pagar por esto!...- dijo y suspirando volvió a tomar la palabra- ¡Podrías por el amor de Dios meter tú maldito falo en mí!
- ¡lo hubiera dicho antes!- rio entre dientes el menor.
Renji saco los dedos y con la mano ahora libre tomo su vigoroso miembro. Estaba tan excitado que podía percibir el palpitar en su mano. Arrimándolo hasta la apretada entrada comenzó a empujar suavemente . Dando ligeros toques con la punta, sintió el fuerte y embriagante calor que su amor emanaba. Pretendía dominar la situación , pero era el quien era dominado. Totalmente bajo el control de la lujuria arremetió contra su superior sin contemplaciones. Byakuya estaba ya tan predispuesto que el falo del pelirrojo ingreso varias pulgadas con facilidad. Ambos gimieron ante la dulce sensación.  Por el temor de lastimarle , Abarai, se quedo estático. Fue entonces el moreno quien comenzó moverse, dándole a entender que no tenía por que preocuparse.
-ahhh…. Muévete conmigo Renji…mmm..- rogó el Kuchiki.
En un principio las estocadas fueron lentas , cautelosas y delicadas,. Pero al pasar de los segundos se hicieron totalmente violentas y erráticas.  Era tal la fogosidad , que el pene salió por completo, causando en ambos la desesperación . Las manos se chocaron al intentar introducirlo de nuevo. Se sonrojaron de tal manera por la situación, parecían dos vírgenes sin experiencia.
Renji sabia que esto no era normal. Pero Joder! ¡Que bien se sentía!
 Es decir jamás le habían gustado los hombres. Pero había algo en este que lo volvía loco. Lo ponía en un estado animal.
Jalándole del cabello , giro ese delicado perfil. Deseaba besarlo, sentirse unido a él de todas las formas posibles.  Sus lenguas se fundieron en un profundo beso.  Pero esto no era suficiente. Sabia que su cuerpo y el de su amado no resistirían por mucho, y deseaba de sobremanera ver ese bello rostro de la misma forma en la cual aparecía en su sueño.
Salió por unos momentos del cuerpo del Capitán, y lo volteo en el futon. Dejándolo de espaldas aprecio ese perfecto cuerpo que se esforzaba por respirar. No lo creía , pero era exactamente como su mente lo había soñado tantas veces. ¿O seria que acaso esta escena que se repetía sin cesar era un aviso del destino? . No lo sabia , pero de lo único que estaba seguro era que esto era infinitamente mas placentero que ese bendito sueño. Percibir el deleitable aroma de “su” Taichô , sentirlo vibrar en sus manos era, definitivamente, ¡Extraordinario!
Sumergiéndose de nuevo en el, volvió a besarlo. Las piernas de Byakuya envolvieron sus caderas, provocando que se introdujera aun más en su interior.  Se sentía estallar.
-… te amo Byakuya….- le susurro al oído, mientras comenzaba a masturbarle con la misma rapidez con la que embestía su trasero.  El noble sin poder soportar por más tiempo se vino primero, empapando el pecho de ambos.  Renji lo siguió rápidamente unos segundos después, llenándole el interior con su simiente .  Jadeante y totalmente agotado se desplomo sobre el. 
Byakuya lo rodeo con sus finos brazos , y lo beso cariñosamente.
-…yo también te amo Renji- le confesó .
Renji por su parte salió de el. Pero se quedo en esa misma posición. Temía que si lo soltaba su amor desaparecería tal cual como lo hacia cada vez que despertaba.  Y es así, en un tierno abrazo, como el sueño llego a ellos…
                                                                                       ****

La mañana arribo iluminándolo todo. La suave luz del sol que se colaba por la ventana de la pequeña habitación, le golpeaba en los ojos. Lentamente empezó a abrirlos. Lo primero que vio fue el descascarado techo sobre el.  Lo segundo, el reloj que siempre estaba a su lado. Nueve y media , marcaban sus agujas.
<¡Mierda!> pensó semi-incorporándose en el futon. Ya estaba retrasado.
-¡ hace mas de una hora que debía estar el escuadrón!, ¡cuando el capitán se entere me matara! – Exclamo Renji queriendo levantarse, pero un fuerte dolor en los músculos provocado por el “ejercicio” que había realizado lo detuvo – ¿Qué demonios…?
Como una ráfaga todos los recuerdos de la noche anterior regresaron a su cabeza.  Los besos , las caricias…¡Todo! . Pero lo que mas recordaba eran esas palabras. Esas dulces silabas que salieron de esa persona que adoraba,… “te amo, Renji” . Una sonrisa se dibujo en sus labios.
Busco inútilmente con la mirada a su amante, sin embargo el ya no estaba.
-¿Qué demonios sucede aquí?- se pregunto impaciente- ¿Dónde se ha ido? 
 A toda velocidad se levanto y vistió. Apenas se aseo la cara y salió a las corridas de allí. Una fuerte opresión en su pecho lo sorprendió. Tenía un mal presentimiento.
Había solo dos lugares donde él podría estar, y siendo el sexto escuadrón el más cercano, hacia ahí se dirigió.
>no tienes de que preocuparte Renji, sabes lo responsable que es . El jamás dejaría de cumplir con sus obligaciones. ¡El jamás te mentiría!> se decía a si mismo para tranquilizarse.
Empujando a todo shinigami que se cruzara en su camino, llego a tropezones hasta la oficina del capitán, o mejor dicho la de “su” capitán. Porque después de la última noche no le quedaban dudas de eso.  Observo dudoso el picaporte, sabia que el estaba allí del otro lado. Podía incluso sentir su poderoso riatsu.  Temeroso comenzó a abrir la puerta. El hombre al que amaba con locura se encontraba sentado frente a su escritorio como cada mañana. Se veía radiante, totalmente hermoso.
 Con la mirada aun fija en sus papeles, este, ni siquiera levanto la vista para verlo-
> Que le sucede?< se pregunto Renji
-…Taichou….-comenzó a decir entonces.
-¿ le parece que estas son horas de llegar teniente?- le dijo con un tono frio Byakuya.
- ¿eh?- a penas salió de la boca del colorado. ¿A que venia eso ahora?  . La punzada en su pecho se hizo aun peor. ¿Acaso se había olvidado de lo que pasaron juntos? ¿  O es que eso jamás sucedió?. La duda se hizo presente en el.
- ¡no se haga el desentendido! –Musitó Byakuya-, además ¿ como se atreve a presentarse en esas fachas ante mi?- lo regaño poniéndose de pie y acercándose hacia el .
Abarai no salía de su shock , no podía entender el cambio de actitud del noble. Solo había una cosa que podía explicarlo. Pero se negaba a creerlo. No podía siquiera concebir el hecho de todo lo que había sucedido la noche anterior sea otro de sus malditos sueños. Era tan real, tan perfecto…esas caricias no podían ser parte de su imaginación.
-¡ME NIEGO!- exclamo totalmente encolerizado –
- ¿Se niega? – repitió el Kuchiki
- ¡ me niego a pensar a que todo lo que pase anoche contigo sea mentira! – Dijo tomando con fuerza a su capitán que lo observaba exaltado – ¡dime que eso realmente paso! ¡Que no me lo he imaginado!¡DÍMELO!.-
Saladas lágrimas recorrieron sus mejillas. Soltó el agarre con el cual sostenía a Byakuya y se giro dándole la espalda. Le avergonzaba mostrar tal debilidad frente a el, pero ya no podía detenerse.  Sintió unas ganas terribles de desaparecer, de salir de ahí. Temía cual seria su respuesta.  Se decidía a escapar cuando sintió, como tantas veces el día anterior, las enguantadas manos de Byakuya recorriendo su pecho. Y no solo eso , sino que ahora este lo abrazaba con fuerza. Podía sentir esa cálida respiración en su oreja.
-…perdóname…- le bisbiseo- …por favor perdóname...yo solo quería estar seguro que lo que sentías era real y que no me lo había imaginado…¡he sido un idiota!
Renji aun sorprendido, tomo una de las finas manos del mayor y el beso la palma con dulzura.  Se volvió hacia el y lo tomo poderosamente entre sus brazos. Levantándole la barbilla lo besó como nunca antes. Se podría decir que su alma se fue en ese contacto.
-...¿me perdonas?..- dijo tímidamente el Kuchiki, al apenas separase de el.
-…creo que con eso te lo he dejado en claro ¿no?¿ O acaso piensas que yo regalo mis besos a cualquiera?- espetó volviendo a rozar sus labios-
- no, ¡claro que no!- se apuro a decir- además ,¡ te mataría si lo hicieras!...pero ¿en serio me amas?  ¿Estas completamente seguro que esto lo que quieres?
- ¡por supuesto! Te amo con Locura y se que tu a mi…- aseguro Renji- jamás podría dejarte... Y mucho menos después de descubrir lo pervertido que resultaste ser- bromeo con una sonrisa de oreja a oreja.
- yo siempre he sido así, ¡y ya te lo había dicho!- respondió- pero te aseguro que eso no es nada comparado a lo que puedo llegar a ser- rió Byakuya pícaramente.
- ¿en serio? , eso deseo verlo – dijo Abarai con una felicidad que no le cabía en el pecho.
Se volvieron a unir en un beso, parecía ser que esta mañana seria tan divertida como la pasada madrugada…
Pero a pesar de eso, ninguno de los dos caía aun en lo que les estaba sucediendo. Esperar tanto tiempo por la persona amada, para descubrir que la haz tenido todo el tiempo frente a ti.  Creerla totalmente inalcanzable, para luego darte cuenta que no era así como pensabas...
Sin embargo, como tantas otras veces, las palabras estaban demás…solo los sentimientos importaban…
……¡Si! ¡SENTIR! …
…….eso es lo único que interesa. Y ellos lo habían comprendido perfectamente…podría decirse que ahora eran prácticamente unos expertos…


…………….Los sueños realmente se cumplen, solo debes luchar para que eso ocurra……………

…Fin…



y así me habia quedado nomas xD espero les haya gustado u//u


xBlacky